miércoles, 14 de enero de 2015

Votos por la paz en el homenaje a gran espiritista cubano - Por Martín Corona Jerez

Votos por la paz en el homenaje a gran espiritista cubano
Por Martín Corona Jerez

   El amor natural e inmortal en el ser humano hacia la paz y la solidaridad, volvió a empapar, este domingo, la larga y tradicional jornada de homenaje al gran espiritista cubano Salustiano Olivera Sánchez.
   Centenares de hombres y mujeres de todo el país se reunieron nuevamente en la sociedad espiritista Buscando Luz y Verdad, del barrio rural de Monte Oscuro, municipio de Bayamo, en la oriental provincia de Granma, para elogiar y cantar a la obra de Olivera Sánchez, quien nació el 16 de noviembre de 1869 y falleció en igual fecha de 1950.
   En los cantos mediúmnicos (llamados trasmisiones), himnos, canciones e instrucciones, predominó el voto por la paz y la unión entre los hombres y entre los pueblos.
  Estremecedores y cálidos, un himno y varias décimas cantados por una médium de la sociedad Más Luz, de la ciudad de Bayamo, recordaron las raíces unitarias y patrióticas del Espiritismo en Cuba; la urgencia de conocer profundamente la doctrina codificada por el francés Allan Kardec, y la necesidad de sembrar en el corazón humano los sentimientos de amor, justicia y caridad.
   El habitual acto junto a la tumba del homenajeado, aledaña al templo, incluyó la colocación de una ofrenda floral, poesías, y una representación teatral de la obra de Olivera Sánchez, combatiente independentista y maestro de una escuela de Espiritismo.
   Esta ceremonia comenzó con el izamiento de la bandera cubana; elevó su mensaje en el vuelo de decenas de palomas,  y cerró cuando centenares de voces cantaron “Cuba, qué linda es Cuba”.
   Elogios a Fidel Castro, líder histórico de la Revolución Cubana; peticiones de libertad para los antiterroristas encarcelados en Estados Unidos, y sentidas oraciones por éxito de los cubanos que luchan contra la epidemia de ébola en África, también esparcieron emoción y sinceridad.
   El arte, uno de los campos frecuentes de manifestación espiritual, llenó de símbolos varios instantes, sobre todo cuando la violinista Claudia González Martí ofreció Ave María, de Schubert, y Madrecita del alma querida, de Osvaldo Farrés.

   Reconocido entre los grandes espiritistas de todos los tiempos en Cuba, Salustiano Olivera fue un médium con dotes singulares, y los seguidores ven en su obra una confirmación más del Espiritismo como vía para el mejoramiento moral y el avance constante hacia la verdad. 

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